Faltan pocas semanas para la Navidad, una época del año que generalmente asociamos con alegría, regalos, unión, música, deliciosa comida, reuniones con familiares y amigos. Si tienes la bendición de tener a tus seres queridos completos, entonces seguramente la llegada de los días navideños te genera mucha ilusión y emoción. Pero, ¿qué pasa si falta un ser querido? Es posible que estos días se llenen de nostalgia, o incluso algo de tristeza, ya que nos hacen recordar, aún más, a esa persona que ya no está con nosotros.
Pasar la Navidad sin uno de nuestros afectos puede ser muy duro, pero aquí te digo cómo puedes recordarlos con alegría para que sigas disfrutando la Navidad.
No reprimas tus sentimientos, habla de ellos: es completamente normal sentir esa carencia o vacío en tu vida, como parte del duelo, y como siempre digo, los sentimientos hay que canalizarlos correctamente y para ello hay que comunicarlos. Seguramente encontrarás mucha comprensión en tu entorno, ya que es posible que tu familia esté sintiendo lo mismo, así que escúchalos y comparte. No importa si se te sale una lágrima pensando en esa persona, llora si es necesario, luego te sentirás mejor.
Para la noche de Navidad, prepara un pequeño homenaje para tu ser querido: ¿hay algún platillo o canción que fuera su favorito? ¿hay algún ritual navideño que siempre practicaban juntos? ¿le gustaba salir a dar una vuelta con las maletas, o ir de casa en casa cantando villancicos? No dejes de hacerlo, y este año prepáralo con aún más intención, pensando en que a esa persona le gustaría que tu familia y tú estuviera felices y no tristes. El mejor homenaje que puedes hacer es celebrar la Navidad como en los viejos tiempos cuando estaban todos juntos.
Enfócate en los niños de la familia: la Navidad es una época muy especial para los niños, y ellos tienen derecho a tener unos recuerdos maravillosos de la Navidad de su infancia, entonces, haz que esta sea SU fiesta, y contágiate de la alegría natural de los niños. Comparte tanto tiempo como puedas de esta época con ellos.
Piensa que, aunque nunca vas a olvidar a tu ser querido, el tiempo lo cura todo: es decir, que llegará un momento en el que podrás recordarlo/a con alegría y agradecimiento por haberlo/a tenido en tu vida, y la tristeza y nostalgia irán quedando atrás.
¡Te deseo una muy feliz Navidad!