Últimamente se ha hablado mucho del ayuno intermitente como una “nueva” forma de perder peso, mejorar la salud y simplificar la vida. Pero la verdad es que el ayuno no es nada nuevo; de hecho, se practica desde hace miles de años con fines espirituales, religiosos, culturales y de salud.
¿En qué consiste? En el ayuno intermitente se alargan los periodos en los que no se ingieren alimentos, y se consume todo lo que se va a comer en el día en una ventana de tiempo determinada. Hay varios tipos: 12/12 con 12 horas de ayuno y una ventana de alimentación de 12 horas; 16/8 que implica 16 horas de ayuno, y hacer dos comidas en una ventaja de ocho horas, es uno de los más populares; ayunos de 24 horas (una comida al día u OMAD, por sus siglas en inglés) o 48 horas; el plan 5/2 que significa comer normalmente cinco días y ayunar dos días a la semana.
En este régimen no se especifica tanto qué debes comer, sino cuándo debes comerlo. En este sentido, no lo podemos catalogar realmente como una dieta sino como un patrón de alimentación. Sí hay que decir que la hidratación es aún más importante cuando ayunas, y que el agua no rompe el ayuno así que toma al menos ocho vasos de agua durante el día.
Ventajas:
- Parece ser muy efectivo para la pérdida de peso y grasa corporal, ya que al comer solo una o máximo dos veces al día se tiende a reducir la ingesta de calorías. Un estudio publicado en la revista científica Nutrition and Healthy Aging arrojó como resultado una pérdida promedio de peso de tres kilogramos en 12 semanas, y una reducción promedio de 341 calorías en la cantidad de calorías ingeridas.
- También se ha determinado que tiene efectos positivos en la salud como la reducción del colesterol, la mejora de la sensibilidad a la insulina y la reducción de la inflamación.
- Parece aumentar la energía y el funcionamiento cognitivo.
- Es un régimen que en vez de complicarte la vida te la simplifica, ya que disminuye el tiempo, esfuerzo y dinero que debes invertir en la comida, y lo puedes aplicar en cualquier sitio.
Desventajas
- Puede ocasionar algunos efectos secundarios como mareos, dolores de cabeza, irritabilidad o baja concentración.
- Los grupos más vulnerables como los niños, adultos mayores, mujeres embarazadas o en lactancia, personas de bajo peso o con trastornos alimenticios o enfermedades crónicas no deben ayunar sin la supervisión cercana de un médico.
- Puede ser un régimen muy radical y difícil de sostener para algunas personas que están acostumbradas a comer tres o más veces al día.